IDA

Película Polaca suave, bella, triste, realista, sencilla y profunda. Sin colores transcurre la historia de una novicia desconocedora de su familia, de su pasado y a días de tomar sus votos definitivos en el monasterio. 

La sabia decisión de su superiora la lleva a salir de allí y conocer a una tía en otra ciudad.
Esta relación la llevará a saber de sus padres, de su origen judío y de que su orfandad fue causada por el exterminio nazi.
Estos días con su tía y en la cuidad de la niñez, darán una visión de un mundo que desconocía y que interpela sus próximo pasos.
Un film que nos invita a pensar sobre la identidad de las personas y su relación con la historia que uno va construyendo. 
Es posible construir una vida sin saber de donde uno viene?, madre, padre, costumbres, religión.... cuánto hay de lo que hoy no se recuerda pero que formó parte de la infancia en cada persona. 
Se puede ser sin saber?. Esa duda taladrará la conciencia?, hasta cuando?....
Un camino duro para Ida, pero que solo transitando por él, podrá ser plenamente libre para decidir sobre su vida y su futuro.
Ver un film actual en blanco y negro resulta llamativo, pero es lo más adecuado para Ida, nada hay de colorido, aun frente a la necesidad de ver su pelo rojizo.
Un gran manejo de la imagen, los grises, los planos secundarios que recorren las escenas y esos grises que no tienen relación con lo tenebroso, sino con la tristeza de lo ausente, con la belleza de la búsqueda y con la magia de no distraer y solamente abocarnos a lo que transcurre en esta historia humana.

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