EL ESPEJO DE LOS OTROS

En una gótica iglesia sin techo, o mejor dicho a cielo abierto, enclavada en San Telmo transitan escenas que presentarán desencadenantes para que allí se realicen las “últimas cenas” de algo que terminará, que finalizará o quizás algo que comenzará en otros lados.
Dentro de esta iglesia, donde escasos colores se pueden apreciar, se establece un restaurante que prepara una sola cena, una sola mesa y ella será ocupada por enormes actores que intentarán otorgar un peso al libreto, que en muchas parte lo necesita.
Es de resaltar la idea propuesta, aunque resulta pobre lo que podría ser enriquecedor y mas profundo, tampoco ayuda el formato utilizado: el de filmar escenas que son propias de lo teatral.
Por ello, en su formato, es una digna obra teatral, en su mayoría con excelentes actuaciones organizadas en forma de escenas que poseen el hilo conductor y un entorno monótono (solo modificado por los músicos).
No por ello el film, (¿el film?) muestra un argumento sólido y concreto, por momento es tan enigmático que se producen “grises” que merecerán el debate y análisis dado que se presentan hechos contradictorios (escena de Julieta Díaz y su bondad/maldad) y que bien que quedan en manos de Subiela.
Es digna de verse, por sus actores, por algunas de las escenas y sus temáticas, pero no deja de ser una producción de intento marketinero y uso múltiple para Telefe.

Una lástima, podría haber sido una interesante obra del cine nacional con aportes más profundos en los libretos, con hacer una película y no relatos o escenas, con crear su propia banda sonora y con no sumar actores como Casero que está muy lejos de sostener un personaje.



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